La expresidente Cristina Kirchner deberá afrontar dos nuevos casos judiciales por el caso Hotesur y Los Sauces y el Pacto con Irán ya que fueron revocados por la Cámara los dos sobreseimientos.

En una sorprendente decisión judicial anunciada el lunes por la tarde, la vicepresidenta Cristina Kirchner enfrentará dos nuevos juicios orales. Uno de ellos está relacionado con cargos de lavado de dinero en el caso conocido como Hotesur-Los Sauces, mientras que el otro se relaciona con la firma de un pacto secreto con Irán, supuestamente con el objetivo de favorecer a los sospechosos iraníes prófugos que estuvieron involucrados en el atentado a la AMIA en 1994, un acto terrorista que resultó en la muerte de 85 personas.

Ambas decisiones fueron tomadas por los jueces de la Sala I de la Cámara de Casación Penal, Diego Barroetaveña y Daniel Petrone. Además, Máximo Kirchner también será enjuiciado en el caso de lavado de dinero, mientras que Florencia Kirchner fue sobreseída. La acusación en este caso se centra en la supuesta recepción de retornos ilegales por parte de los Kirchner de parte de los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López a cambio de favores empresariales obtenidos durante su mandato.

En relación con el caso del Memorándum con Irán, aquellos que ahora serán juzgados incluyen al actual procurador del Tesoro Carlos Zannini, el senador Oscar Parrilli, el líder de La Cámpora y ministro bonaerense Andrés Larroque, y el viceministro de Justicia Juan Martín Mena, entre otros. La denuncia que llevó a este juicio fue presentada por el fallecido fiscal Alberto Nisman en 2015, poco antes de su muerte, que la justicia considera un asesinato.

Además de estos juicios, los jueces Barroetaveña y Petrone también decidieron apartar a los jueces del tribunal oral que habían sobreseído a la vicepresidenta en el caso Hotesur-Los Sauces, Daniel Obligado y Adrián Grünberg. En el caso del pacto con Irán, también apartaron a los jueces Obligado, José Michilini y Gabriela López Iñiguez, ya que consideraron que habían emitido opiniones sobre la prueba y el fondo del caso.

En ambos casos, la cuestión central se centró en si existían pruebas nuevas que, antes de la realización del juicio, demostraban de manera evidente que no era necesario llevar a cabo el proceso oral debido a la falta de responsabilidad de los acusados. Los jueces argumentaron que los motivos para finalizar un caso de manera anticipada, sin juicio, se basan en que la nueva evidencia después de la elevación a juicio demuestra que no hubo delito, o debido a la promulgación de una ley más benigna o a otros principios constitucionales que justifican la terminación anticipada del juicio.

En el caso de Hotesur y Los Sauces, la defensa alegó que la nueva evidencia demostraba que no había delito, ya que los movimientos de las empresas estaban debidamente documentados y realizados a través de transacciones bancarias. Por lo tanto, argumentaron que no podía haber delito en una actividad legal, cuando la acusación sostenía que los alquileres de propiedades de los Kirchner eran en realidad una simulación. Los jueces de la Casación consideraron que la interpretación de los jueces del tribunal oral carecía de sustento en pruebas nuevas.

En cuanto a Florencia Kirchner, los jueces determinaron que no estaba involucrada en la organización supuestamente ilícita debido a su edad, falta de experiencia empresarial y su limitada autonomía de decisión en asuntos familiares.

El caso del Memorándum con Irán se centra en si el tratado internacional estaba diseñado para facilitar la anulación de las solicitudes de arresto internacional contra los sospechosos iraníes. La nueva evidencia presentada en el juicio se refería a un informe de Interpol que sugería que las circulares rojas no podían ser revocadas sin la orden de un juez, lo que llevó a algunos a argumentar que la acusación debía caer. Sin embargo, los jueces de la Casación consideraron que esta interpretación era forzada y arbitraria, y que el juicio oral era necesario para resolver cuestiones controvertidas.

En resumen, Cristina Kirchner enfrentará dos nuevos juicios orales, uno por lavado de dinero y otro por el Memorándum con Irán, mientras que Máximo Kirchner será juzgado en el caso de lavado de dinero. Florencia Kirchner fue sobreseída en ambos casos. Estos juicios son el resultado de decisiones tomadas por los jueces de la Casación Penal después de evaluar la nueva evidencia presentada en cada caso.